Cada vez somos más los que destapamos a los que se lucran vendiendo perros sin sentido bajo insaboros y vacíos argumentos, y sin una base lógica, solo por un motivo claro, la falta de una identidad causada por carencias personales porque necesitan llenar un vacío interior obligando a sus hembras en propiedad a parir cuantas veces haga falta pues necesitan llenar sus bolsillos.
En la cría y selección canina solo podemos tomar un camino, el camino del trabajo, del sudor, de la selección funcional, la natural, la que hicieron nuestros antepasados y ante todo diferenciando dos líneas de perros, la línea de belleza y la línea de trabajo.
Como muestra la imagen, no es solo una manera de hablar, hay una muy buena base científica que demuestra la variabilidad genética dentro de una misma población racial así como su frecuencia alélica a la hora de analizar rasgos específicos.
La funcionalidad, como concepto amplio es tan analizable como la altura, el color de ojos, las angulaciones o las proporciones craneales. El carácter de un perro siempre vendra marcado en una frecuencia alélica, que, aunque muy dificil de analizar genéticamente, siempre puede ser valorada en vida por quienes nos dedicamos a la dura tarea de selecionar perros para trabajo.
La calidad de un individuo, en especial de las razas funcionales siempre vendrá marcada por la calidad genética, por la carga de unos rasgos deseados, que puedan resolver en un futuro nuestras necesidades.
Si no hay una selección funcional, si no hay un análisis práctico ni un trabajo diario con el ejemplar, no puede haber garantía de ningún tipo en ciertas razas, pues recordemos que siempre han sido y seran herramientas de utilidad que llevan permaneciendo a la derecha del animal humano 15.000 años pudiendo encontrar CALIDAD RACIAL solo en las líneas de trabajo.
Alanos de trabajo Gredos Norte
"De la buena selección, el buen trabajo"
Alberto